domingo, 7 de julio de 2019

CLIENTE SATISFECHO

Hace unos relatos atrás les daba tips para tener una excelente primer cita. En mi andar como escort me ha tocado escuchar de todo sobre las demás chicas:

No era la de las fotos. 
No se quedo el tiempo pactado. 
Nada de lo que prometió por teléfono o mensaje lo hizo. 
Me trato como si me hiciera un favor. 
El dinero por delante, ni Hola dicen. 
Tenía pito... ok esto no. 

Y así una gran lista de quejas, el caballero que conocí el sábado en el Villas del Parque no fue la excepción. Después de que casi se da por vencido en seguir disfrutando de su sexualidad, llego a mi perfil y le llamo la atención “Experta en Sexualidad y Erotismo”, me contacta para informes y de entrada le caigo mal (muy típico de la gente que no conoce la seriedad de mi forma de trabajar). Su obsesión por el mejor sexo de su vida lo hizo reservar una cita, aún así sin crearse grandes expectativas. Platicamos algunas veces antes de la cita. 

Llegamos así de rápido al día de la cita. Hacía calor y no había jacuzzi. El llego un minuto antes al hotel. Llevaba una botella de tequila, para relajarnos (mis citas ameritan siempre algo de tomar; desde agua hasta champagne... depende de ti). 

Llevaba un vestido que mostraba mis torneadas piernas y un poco de mis nalgas, unas botas de tiritas y abajo solo una tanga. Me abre la puerta de la habitación, lo saludo con un beso de trompita y paso a ponerme cómoda. 

Antes de todo me paga, se que es un caballero y no necesito contar el dinero, simplemente lo pongo en mi bolsa. Nos tomamos el primer caballito de tequila y comenzamos una platica que parecía interrogatorio. No importa, estoy acostumbrada y no tengo pelos en la lengua. Después de dos caballitos se acerca a mi para pedirme un beso... mmmmm... aaaaaaah me roba el aliento, y volvemos a brindar. Estábamos muy cómodos así, sin presiones de tiempo. Después me dice que tengo un escote muy lindo y me pide acercarme ahora a él para un beso, me siento en sus piernas y nos besamos. Una de sus manos enseguida sobre mis tetas, las pone duras, se alcanza a ver el pezon sobre la tela del vestido.  La otra en mis nalgas.  Me pongo de pie y le permito sacarme las tetas para que las chupe, mientras sus manos las siento en mis nalgas, muy cerca de mi vagina húmeda.  

Las cosas se comenzaron a poner intensas, tan intensas que lo llevó a la cama para seguir cachondeandonos, sobre su ropa y la mía, nos frotábamos, sentía la dureza de su verga. No puedo esperar más para darle la mejor experiencia. Quedo completamente desnuda, casi de rodillas frente a él, le bajo los pantalones, lo veo a los ojos cuando comienzo a chuparlo, poco a poco hasta tenerla toda en mi boca, soy una golosa más no desesperada y vuelvo al cachondeo, ¡Qué calor! Solo siento como nuestros cuerpos comienzan a sudar y desprender ese olor a sexo. Me frota muy rico los pezones, mientras se la jalo. Le susurro al oído que rico mmmmm. 

Le pongo el preservativo me acomodo sobre el, su verga resbala bien rico, me gusta como se siente cuando abre mi apretada vagina, puedo ver el reflejo en el espejo. Nos besamos y el me da duro y rápido, saciando sus ganas, yo disfrutando cada centímetro que siento dentro de mi, vaciándose en mi. 

Nos recostamos y se emociona ¡Por fin! Algo diferente a todo lo que he probado. Platicamos un poco, hace una pausa y me dice: puedes darme de beber tequila de tus labios, se a lo que se refiere y me encanta esa escena tan Erótica. Me pongo de pie y hace un comentario gracioso de que ahora entiende por que él no alcanzo nalgas en la repartición. Tomo el tequila directo de la botella y me acerco a él, lo tomo del cuello y le planto un beso apasionado, aún recuerdo como quema mi garganta y como se me va subiendo. Como Niño chiquito me pide otro mas y ahí voy buen obediente, me podría perder en el tequila y en su cuerpo. 

Nos seguimos besando mientras una de sus manos se va a mi clitoris y luego sigue besando mi cuello hasta llegar a mis pezones. No puedo contenerme, cambiamos de posición hasta que llego a su verga nuevamente y la ensalivo completamente antes de volver a montarlo. Estoy muy deseosa de sentirlo nuevamente hasta terminar así, mis movimientos son variados, lentos y rápidos, más rápidos cuando siento que estoy llegando, cuando mis pezones se ponen duros del placer que no puedo describir. Cambiamos de posición y me recuesto, mis piernas bien abiertas, siento como sus bolas me golpean el culo. He terminado muy despeinada. Parece que un huracán paso en mi. Me dice que me voltee para un tercero. Me recuesto completamente y veo la silueta de mis nalgas en el espejo y como el va clavándose en mi, sus besos en el cuello erizan mi cuerpo, no quiero soltarlo y le aprieto más la verga, hasta exprimirlo. Sin darnos cuenta han pasado dos horas. Nos ponemos bellos como si nada hubiera pasado, le llamo a mi chofer y me despido de él. Han pasado como 15 minutos y comenzamos a platicar de lo bien que la paso y de que pronto me dará por mi culito que se quedo con ganas de ser llenado por el.