martes, 5 de noviembre de 2019

FASCINACIÓN


Después de nuestro último encuentro, de vez en cuando platicábamos de lo bien que la pasamos y las ganas que teníamos de repetir lo que hicimos y como lo hicimos. Estas tres semanas fueron eternas para mi,  necesitaba el calor de su cuerpo, sus caricias y esos besos que me hacen querer sentirlo explotar dentro de mi. 

Esta vez los papeles cambiaron, me instale y le mande el número de la habitación, la 201. En lo que llegaba me ponía cómoda y pedía lo necesario para pasar una velada inolvidable. 

Por fin llego, al abrir la puerta un beso nos llevo a la cama, en lo que esperaba nos llevarán algunas bebidas, no quería desperdiciar ningún instante, nos besamos y lo fui desnudando poco a poco mientras nos besábamos. Sentir su verga tan firme, me hizo desearla en mi boca, el gemía como si fuera a correrse en ella. Un día probaré su sabor en mi boca.

Hice una pausa en lo que recibo las bebidas... no tardo, volvemos a lo nuestro... besos y caricias, me quito el body y los leggins para quedar solo en tanga. 

Me subo y mis labios sienten esa dureza, mientras me besa y acaricia. Hago a un lado la tanga para que me sienta caliente y deseosa. Me recuesto y me quita la tanga y baja poco a poco hasta mis labios para jugar con mi clitoris, no hay nada más delicioso que sentir como me humedece con su lengua y como mi pequeña cueva desea sentirlo dentro. Lo fui guiando poco a poco hasta que me penetro, con movimientos lentos y profundos. Cambiamos de posición, me toma de las nalgas y las hace rebotar sobre el, que me lo haga así me excita tanto que los gemidos y la humedad son evidentes, comienzo a exprimirle su verga hasta sentir como se va descargando.

El sexo con él ha sido magnifico, por no decir que es increíble. Hacemos una pausa para conocernos más, la vida es un momento qué hay que vivirlo intensamente. Me gusta para muchas cosas y después de una larga charla tomo la iniciativa, mis manos acarician su cuerpo, su verga y las bolas, hasta sentir que esta firme para torturarme un poco con los recuerdos de la primera vez. Me meto su verga, resbala solita entre mis labios. Mis caderas toman diferentes ritmos, en varias ocasiones siento como lo succiono y estoy al punto de la demencia, consigo tener varios orgasmos así, hasta que mis gemidos se hacen más fuertes y agudos. Después de casi sentir que me desvanezco en ese trance, me pongo en cuatro, estoy segura que ese panorama lo pone mas caliente para seguir satisfaciéndonos... tan duro y profundo siento como chorrean mis labios de su esencia. 

No quiero que esta noche termine, quiero seguir viéndolo, cogiéndolo y conociéndolo; llena algo en mi que me hace bien. Entre besos y abrazos, queremos vernos pronto, mientras eso sucede me dejo seducir, le doy la espalda y me besa el cuello, mientras agarra mis tetas y siento su verga entre mis nalgas, con una de mis manos me la clavo toda.  Cuchareamos un rato antes de volverme a poner en cuatro, mis labios los siento súper hinchados y húmedos, lo siento tan dentro de mi, como si quisiera que esa noche no la olvidara, mis labios se la comen toda hasta que logramos un orgasmo prolongado. 

La noche se nos terminó. Hoy amanecí con ganas de repetir lo de ayer, una y otra vez hasta hartarnos de tanto placer... creo que ya me enamore.