martes, 31 de octubre de 2023

EL PLACER ES MÍO













Apenas iba camino a casa, cuando Arturo me mando mensaje agradeciéndome aquel momento que pasamos en el Pop Life. 

Esa noche había decidido ponerme un baby doll de encaje, por un momento paso por mi mente solo ponerme una gabardina encima y sorprenderlo, algo así como entrega inmediata. Mi outfit fue un vestido que dejaba lo suficiente a la imaginación. 

Toque a la habitación y en cuanto lo tuve de frente la sorpresa fue mía, un parecido muy cañón a mi ex pareja. Para nada piensen que me lo cogí pensando que me cogía una vez más a Ricardo. 

La habitación estaba a un poco menos de media luz. Me senté a la orilla de la cama, mientras él destapaba la botella de vino espumoso, tuvimos una nerviosa y breve platica después de brindar... un beso fue el que rompió con los nervios, fue cuando comenzamos a despojarnos de la ropa. Lo más excitante fue cuando él me quitó los tacones y rozó mi piel con su aliento, las miradas se cruzaron; me erizo al mismo tiempo que sentía humedad entre mis piernas. Me pone nerviosa y excitada. Me dejo puesto el baby doll, y recorro su cuerpo a besos, hasta llegar a su sexo. Si hay algo en lo que me considero una master es en el sexo oral, me la como toda a la vez que la ensalivo mucho, entre más veo como lo disfruta más quiero sentir su calor en mi boca. Antes de quedar completamente recostados, tomó un poco de vino y lo retengo en mi boca... está lo suficientemente frío como para beberlo de su verga, así continuó dándole oral. Poco a poco voy subiendo hasta su boca, después mis tetas las pongo en su cara para que las chupe, pone mis pezones bien duros, su lengua sabe por donde recorrerme. 

Cambiamos de posición, me recuesta y abre mis piernas para perderse en ellas, esa lengua aún la siento en mis labios, más de una vez me hizo estremecer, podría jurar que hasta mi culito estaba muy lubricado como para ser penetrado. 

Entre nuestras ganas y el clima, estamos bañados en sudor. Me pone más caliente, ardiente cuando hacemos un 69, me como su verga con todo y bolas. 

Ya tengo ganas de sentirlo dentro de mi, que me de como le de la gana. Le pongo el preservativo y primero lo cabalgo, lento y después el me sostiene mientras me la mete rápido y duro, su boca entretenida en mis pezones. Le susurro al odio: por favor no te deten... se me sale ese gemido de placer. Antes de tener el su orgasmo me hace terminar una vez más.  Me recosté unos minutos en sus brazos, mojada por todos lados. 

Entre copas y besos seguimos platicando y detallando nuestro próximo encuentro (en trío). 

Antes de irme, volvimos a besarnos y acariciarnos, dejando las ganas para la siguiente.  

No solo saliendo del hotel seguía con ganas de más, al día siguiente lo primero que se me antojo era volverlo a hacer.  

La historia no acaba aquí...

Apenas habían pasado unos días, días en los que nos escribimos ¡de todo! cuando ya nos estábamos encamando, ahora en el V Motel Boutique. 

Esta vez mis tacones de 15 centímetros combinaban con mis medias y el body con transparencias. Mi vestido era largo con una abertura enfrente, que pone a cualquiera inquieto al caminar, como si algo más podría enseñar. 

Nos vimos en el estacionamiento del V Motel Boutique, subimos juntos, sonrisas y una breve platica en el elevador... su mirada ya me había desnudado y comido en esos segundos. 

Sin más me tomo del cuello para besarme como el sabe hacerlo y mientras quiero quitarme mis tacones y todo lo que nos estorba, me dice no te las quites...

Me excita la manera en que vamos de los dulce a lo perverso, mis labios están tan húmedos que cuando entraba y salía de mi hacía sintonía con la lluvia de aquella tarde. 

Me recostó y solo hizo a un lado mi body para meterme los dedos, mientras juega con mis pechos y baja poco a poco hasta mis labios y saborear mis fluidos.  Vuelve a recorrer mi cuerpo hasta ponerme su verga en la boca. Me pongo de perrito mientras la chupo, poco a poco el se acomoda en la cama y hacemos un 69. Su cuerpo conoce muy bien el mío. 

No sé cuánto duramos en este cachondeo, realmente el tiempo es lo que menos me interesa. Ya no aguanto, quiero venirme. Le pongo el preservativo y me recuesta, las piernas las tengo en sus hombros, quiero que me dé duro y no se detenga... necesito esa rudeza que me hace sentir sometida a sus deseos. 

Me pone de perrito y sigue dándome duro, no quiero que termine... aún. Así que vuelvo a chuparsela, estoy a la orilla de la cama, casi de pie, su cabeza entre mis piernas pasando si lengua en mi clitoris muy rápido. Después de que me hace estremecer y temblar así mis piernas, cambio de posición y lo beso, quiero probarme en sus labios mientras me acomodo arriba de él para darme unos sentones, me enderezo y pongo sus grandes manos en mis tetas para que pellizque mis pezones... aaaaaaah aaaaaaah mmmmmm siento como todo va en cámara lenta en mi cuerpo, es increíble que ese suspiro me haga sentir tan llena de placer. 

Una vez más me pone de misionero, les gusta como se escucha mi humedad, entonces abro la boca, para decirle como me imagino que será nuestro próximo trío con mi amiga Monse, le digo que quiero que nos la demos hasta que diga ya; al escuchar él eso no aguanta más así. Se quita el preservativo y nos abrazamos, casi me quedo dormida en él. Tomamos vino y nuestro aperitivo, mientras le cuento que a Monse le he contado de él, estamos a días de cumplir esa fantasía y va a volver a ser espectacular.