lunes, 14 de agosto de 2023

EL GALLEGO Y SU AMIGA










Valeria, ¿tienes tiempo para verte?
Para ti siempre tendré tiempo, respondí. 
Deja te marco.

Hola Valeria, estoy con una amiga que tiene curiosidad por estar con otra mujer y pensé en ti. Nos vemos en menos de una hora para presentártela. 

Ya empijamada, rápidamente tomo lo más abrigado que encontré y me dirigí a casa de mi Español, es la forma cariñosa y respetuosa con la que me dirigido a este caballero. 

Llego a su casa y como siempre me recibe cálidamente. Lo noto algo nervioso, quizá porque le gustaría cumplir la fantasía de ella. Me adelantó un poco de lo que ella no quería y que creen... terminamos haciendo casi de todo. 

Pasamos al bar y ahí estaba ella, tomaba tequila. Tiene una sonrisa muy linda y la ropa que trae puesta la hace lucir radiante. Ese blusón sería un excelente minivestido, pienso. 

Nos saludamos. Mi Español sabe que me encanta el vino y me sirve una copa. Le platico a ella quien soy y como es que tengo una hermosa amistad con mi Español. Le surgen a ella dudas sobre lo que me dedico, en fin, es un tema tabue. No sé cuantas copas nos tomamos en la plática. Pero ella decía que no más, de lo contrario no disfrutaría estar conmigo. Pude leer en sus labios las ganas de que nos besáramos. Creo mi Español también, se puso en medio de las dos y firmamos nuestro pacto con un beso, en el que recorrí sus tetas y luego metí mi mano en el blusón para acariciar sus nalgas.  

Brindamos una vez más, para después seguirla hasta la recámara de mi Español. 

Al entrar a la recámara, pongo mi bolso en el tocador. Me despojo de la ropa y las botas. Ella se acerca y la tomo de la cara para plantarle un beso, mientras descubro como quitarle la ropa. 

Por fin la tengo casi desnuda... pasó mi lengua por sus tetas y mis dedos comienzan a buscar sus labios, que están empapados. La tomo de la mano y la invito a recostarse. Continuó chupando sus tetas y bajo poco a poco, a lo que ella se resiste un poco. Mi Español nos comenzaba a observar y lentamente se acercó. 

Sentí y saboree su humedad. Volví a subir y ella me jaló con fuerza hacia ella. Nuestros labios se rozaron mientras nos besábamos. Entendí que era momento de romper las reglas. Cruzamos nuestras piernas, haciendo una tijera. Yo arriba, mientras besaba su pierna. Ella gemía deseando que no parara, sentí como se estremeció al menos un par de veces. El Español le chupaba los pezones y la besaba.  

Después de unos minutos así y sentir cómo escurría y como me excitaba más y más. El se puso el preservativo para que ella se montará en él. Mi lengua la pase por donde pude. Después ella en la orilla de la cama y él arriba. Me acerqué a chuparle sus pezones y ella hacía lo mismo. Algo muy parecido a un 69. No pude evitar empaparme y desear sentir su lengua en mi clitoris.  

Minutos después ella le pidió al Español que cambiara el preservativo para que me penetrara. Él no muy seguro hizo lo que ella pidió. Yo recostada. Los labios de ella en mi boca. Probando lo que escurría de ellos. Y el penetrandome duro. Después se quita ella para chuparme mis pezones. Me encanta como lo hace. No creo poder contener tanto placer. Ella le dice al Español que se venga. Que me de duro. Él obediente lo hace hasta que tampoco aguanta, al menos ella y yo terminamos un par de veces antes que él. 

No podía faltar un cigarro después de tal excitante momento. Hablamos de todo. Como si ella me conociera de tiempo me dio un par de consejos. Prometimos vernos pronto para disfrutar toda una tarde. No nos quedo duda al Español y a mi que ella lo disfruto en grande.  

Bajamos al bar a tomar un poco más. Ella se quedó con mi Español. Cada día, cada encuentro es mejor, imaginen como será esa cita de una tarde de placer. Donde no sólo el sexo es el invitado principal. Sino donde vivir es el mayor de los placeres.