martes, 22 de diciembre de 2020

EL BOSQUE

 Un par de veces lo hicimos por la noche. Nunca había despertado tan tarde... 9:00 am. Como siempre, súper inquieta al despertarme que él no tardo en abrir los ojos, así que hice lo mío; él ya tenía una erección que lleve a mi boca hasta dejarlo muy ensalivado, listo para llevarlo entre mis piernas, me muevo hasta sentirlo lo más profundo, cuando mi mirada se cruza con la de él, sus manos en mis pezones, no puedo controlarme, acelero para que explotemos en un orgasmo intenso. 


Desayunamos, nos bañamos y salimos a dar una vuelta. Me puse una minifalda negra, botas bajas y un suéter... sin nada abajo. Cerca de ahí hay una pequeña presa, algunos negocios de comida y mucho bosque para fantasear, para realizar una fantasía de jovencita. Alguna vez intenté algo así con un ex en la marquesa pero casi nos agarran infraganti. Esta vez tenía que hacerse realidad.


Estuvimos muchas horas dando un pequeño paseo... hasta que casi oscurecía. Debo decir que él es muy propio, así que tenía que tomar la iniciativa antes de llegar nuevamente a la cabaña. Nos detuvimos cuesta abajo, le dije que quería mirar un poco el atardecer, lo abracé y el hizo lo mismo, fui guiando su mano, más abajo, rozo mis nalgas, mi falda se subía un poco al abrazarlo, así que casi podía sentirlas. Le susurré que apretará un poco mis nalgas, así se dio cuenta que no traía nada más abajo y que estaba húmeda, el de inmediato una erección. Nos besamos muy apasionado, ni sus manos ni las mías estaban quietas. Las mías queriendo bajar la cremallera de su pantalón; sus manos, una tomándome de la cintura y la otra acariciando mi clitoris. 


Estaba casi recargada bajo un árbol, él seguía frotándome, le susurré al oído que quería sentir su lengua. Como si fuera una orden, bajo. Abrió mis piernas y su lengua me hacía temblar, de pie es sensacional. Al estar nuevamente de pie me beso me volteo y me toma de manera salvaje, como nunca antes, me toma de mi cabezo, siento su respiración en mi cuello, eso me eriza todita. Sus manos ancladas en mis pezones. Me hace explotar de placer. Me arrodillo, se la chupo con unas ganas de que termine en mi boca, me la como toda y súper ensalivada me ayudo con mi mano, mientras le hablo sucio, él me pide no parar. Alterno entre mi mano y chupársela, hasta que no aguanta y grita de placer, mientras en mi boca siento una explosión agridulce. Al terminar estaba muy oscuro. 


Llegamos a la cabaña y bebimos un poco de vino. Una breve plática de la experiencia y de las fantasías que nos gustaría cumplir. Esa noche solo descansamos para salir muy temprano de ahí. Nuestra próxima experiencia será en alguna playa.