sábado, 20 de febrero de 2021

69

Ha pasado un año desde aquella vez. El había adquirido mi contenido mensual de fotos y videos, apenas pasaban 5 días cuando me escribía lo mucho que deseaba probar cada parte de mi cuerpo. Aunque no lo conocía, fantaseaba y me excitaba con la manera en que me escribía; mi curiosidad de saber como era, me hizo masturbarme más de una vez al leer lo que me haría con la lengua. 


Quedamos de vernos un día antes de San Valentín en el V Motel Boutique.  A la una en punto estaban avisándole al caballero de la habitación 501 que una señorita iba subiendo a su habitación. Ese día decidí ponerme una lencería muy chiquita, minifalda, un body y botas largas. Toque un par de veces la puerta y me invita a pasar un caballero alto, robusto y con una cara de que ya me quería comer que no podía con ella. 


Hacemos una breve presentación, que nos va acercando un poco más, me besa apasionadamente, mientras me agarra las nalgas. Nos desvestimos con premura, como si el tiempo se nos fuera a acabar muy pronto. Me recuesta en la cama, esta sobre mi y toma mis manos sobre mi cabeza, las sostiene así, su fuerza me impide moverme, siento como su lengua recorre mi cuello, mis brazos y mis pezones, me arrebata fuertes gemidos. Ese acto lo repitió un par de veces, mi sexo se humedecía más y más. Saboreo mis pezones por un largo tiempo, hasta dejarlos duritos y enrojecidos. Bajó poco a poco, abrió mis piernas, su lengua recorrió mis labios húmedos y la movía rápidamente en mi clítoris, por mi parte no podía con tanta excitación, mis manos apretaban mis pezones y me estremecía una y otra vez. Se detiene, estando aún recostada me acerca su pene a mi boca lo chupó hasta la base y no me detengo. Él está sobre mi y vuelvo a sentir su lengua en mis labios, así continuamos por un largo momento, ambos con los ojos y la mente en blanco, los gemidos rompen con eso que no podemos decir con palabras, ¡que bárbaro! no había disfrutado un 69 desde hace semanas. Cambiamos de posición, vuelve a mordisquear mis pezones, justo antes de poner mis piernas en sus hombros, se mueve muy rápido, le pido que no pare, quiero hasta la última gota de él en mi, mi lenguaje lo excita tanto que no pudo contarse más.  


Nos recostamos unos minutos, lo dejo descansar un poco antes de volver a disfrutarlo, tenia meses que no me venia tan rico en la boca de alguien. 


Esos labios tan carnosos me vuelven a besar apasionadamente, mi mano acaricia su pene hasta ponerlo durísimo, entonces sé que es momento de volvérselo a chupar, lo hago desesperadamente hasta dejarla muy bien ensalivada, lista para cabalgarla, me toma de la cintura y me mueve hacia delante y atrás. Después de unos minutos, me pide se la vuelva a chupar y solo obedezco, le acerco mis nalgas para que las acaricie y sentir sus dedos en mi clitoris. Me tiene muy caliente, me bajo de la cama y lo beso, le paso mis tetas por la boca y luego mis nalgas hasta que las pongo en su carita, me acomodo para que su lengua y esos labios me coman riquísimo mi sexo. Me froto en sus labios y lengua, yo no dejo de chupársela, se la aprieto con los labios y se la jalo muy rápido, hasta terminar casi al mismo tiempo, ambos en la boca.


Como todo lo bueno, tiene su fin, nos metemos a bañar y nos despedimos. Hace unos días volvió a inscribirse a mi membresía y recordamos lo sucedido hace más de un año, en una de esas volvemos a repetir.